Todo depende de las referencias. Una vez, sobrevolando los
Alpes en avión, un amigo de la India me preguntó si los Alpes eran pequeños. Me
sorprendió. ¿Los Alpes, pequeños?. ‘Bueno, no mucho... algunos picos superan
los 4000 metros’ le dije, y me respondió ‘ah entonces si, son pequeños, el
Himalaya supera los 8000 metros’. Visto así, claro, los Alpes no son muy altos,
y el Atlas, con una altura máxima de unos 4000 metros , tampoco.
El Atlas es una cordillera del norte de África de 2500km de
longitud (lo que equivale a ¡cinco veces los Pirineos!), y que cruza Marruecos,
Algeria y Tunisia. En la parte marroquí, se divide en tres subcordilleras:
Atlas Medio, Alto Atlas y Anti-Atlas. Nosotros visitamos una parte del Alto
Atlas, pasando por el puerto de Tichka, el Valle del Dades, el Valle y las
gargantas del Todra y el Valle del Draa. Fueron muchos kilómetros en coche que
aprovechamos para charlar.
De Marrakesh a Ouarzazate por el puerto del Tichka
El camino de Marrakesh a Ouarzazate fueron 200 kilómetros de
paisajes de colores rojizos, anaranjados y marrones alternados con el verde
profundo de la vegetación. Era mediados de noviembre y el clima estaba
fresquito en el día y frío de noche (nos dijeron que hasta podía nevar, pero no
pasó).
Antes del viaje, pensaba que en Marruecos la mayoría de la
población era árabe. Una de las primeras cosas que aprendí es que no es así: la
mayoría son bereberes, y tienen su propio idioma (el berebere) y su bandera. La
bandera berebere es azul por el mar, verde por la naturaleza y las montañas, y
amarilla por la arena del desierto. El símbolo es una letra del alfabeto
berebere que significa ‘hombre libre’.
la bandera berebere
puerto de Tichka
Cerca del puerto del Tichka, un puerto de montaña, pasamos a
visitar una cooperativa de productos de aceite de argán. En la zona vimos
muchas: se trata de cooperativas de mujeres que elaboran cosméticos y productos
alimenticios a la base de aceite de argán (a menudo bio y de comercio justo).
Nos mostraron los granos de argán, y nos explicaron como se separan y se
preparan para la extracción del aceite. La visita terminaba con una degustación
de aceite, miel y mermelada y, claro está, con una tienda con todo tipo de
cremas, productos para el cuidado del pelo, aceited y alimentación. Lo encontré
interesante pero un poco ‘orientado al turista’.
carretera en "serpiente"
souvenirs al lado de
la carretera
Por la noche llegamos al Oasis de Fint, el valle entre
montanñas del que hablé en el último post, ‘el valle encantado’.
Valle del Dades
El río Dades nace en el Alto Atlas y cruza la cordillera a
través de un valle que lleva su nombre. Gracias a sus aguas, en el valle hay
mucha vegetación, que contrasta con la aridez de las montañas del alrededor. En
el valle del Dades se encuentra la calle más larga de Marruecos, que tiene unos
30 kilómetros
y cruza varios pueblos.
el río Dades
Muchas veces había escuchado que, en muchos lugares del mundo,
existe una gran afición por el Barça. Una cosa es escucharlo y otra muy
diferente verlo: en Marruecos vi muchas camisetas del Barça. Un día se lo
comenté al guía, que sonrió y se levantó el polar: él también tenía una. Le
preguntamos porqué gustaba tanto, y nos respondió que porque, además de jugar
bien, son simpáticos (¡¿?!).
un fan del barça
valle del Dades
Gargantas del Todra
Las Gargantas del Todra son un lugar impresionante, un valle
muy estrecho entre montañas muy altas, con los colores típicos de los paisajes
del Atlas. Pero se ha convertido en un lugar turístico. Al lado del rió hay un
camino asfaltado que, por el lado de la montaña, está lleno que pequeñas
tiendas de pañuelos y souvenirs, y hasta hay algún hotel. Por suerte, en esta
época del año (noviembre) no había mucha gente.
Valle del Todra
En los valles del Atlas vemos muchas kashbas y ksars. Las
kashbas son palacios construidos con tierra y paja (la paja se mezcla con la
tierra para que la lluvia no erosione las paredes), mientras que un ksar es un
pueblo entero, también construido con tierra.
Los edificios de tierra son muy frequitos. El ksar consiste
en una calle principal y varias calles secundarias laterales, pas pequeñas,
todas cubiertas por las mismas casas. Hay algunos patios para dar luz, pero la
mayoría del pueblo queda a la sombra, lo que ayuda a mantener una buena
temperatura, incluso con el calor del verano.
la calle principal del
ksar a Tinejdad
En Tinejdad, en el valle del Todra, visitamos el Khorbat, un
antiguo ksar que está en fase de reconstrucción gracias a la asociación ElKhorbat para el Patrimonio y el Desarrollo Sostenible, que pretende conservar
el ksar y desarrollar la economía a través del ecoturismo.
Los habitantes de Tinejdad, con el paso del tiempo, habían
empezado a abandonar el ksar y se habían ido instalando en casas en el
exterior. La asociación está restaurando el ksar y, poco a poco, motivando sus
habitantes a volver a ocupar las casas del interior. La asociación trabaja sin
ayudas del gobierno; se finanza con ayudas internacionales y también alquilando
habitaciones y vendiendo artesanía. También tienen habitaciones gratis reservadas
para voluntarios.
vista del ksar desde
una terraza
Valle del Draa
El último de los valles que visitamos, el valle del Draa, es
mas seco que el del Dades, y es la región que más dátiles produce de todo el
país.
En algun momento del viaje hablamos del los colores, y nos
contaron que para ellos, el rogo era mal señal: el color de la sangre, la cruz
roja, los señales de peligro, los bomberos... No pude resistir la tentación de
preguntar ‘¿y la coca cola?’. Nos reímos. ¿Será el señal de la globalización?
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